En Tonalá, Chiapas, se han reportado de nueva cuenta casos de fallecimientos por lesiones autoinfligidas (suicidios) en jóvenes de entre 20 y 25 años de edad, lo que ha alarmado a la población, pues los hechos han ocurrido en jóvenes “aparentemente sanos”, por lo que se preguntan qué está pasando en el municipio.
Los dos casos más recientes se dieron en la última semana, el pasado viernes 5 de agosto de 2022 falleció un masculino de 22 años de edad, originario de Tonalá y el otro, tres días después, también por la vía de ahorcamiento, pero este, originario de la Bahía de Paredón, de 25 años de edad.
Ante este panorama, la doctora Amalia del Carmen Leyva, responsable del Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) Tonalá, dijo que es preocupante que las personas decidan quitarse la vida, pero que una de las causas podría ser la falta de comunicación entre padres e hijos.
Lo que ellos como institución han observado en los adolescentes es que con la falta de comunicación y no expresar lo que sienten se da ese alejamiento, provocando que caigan en otras situaciones como las adicciones y además tomen malas decisiones.
Como centro de atención, “si detectamos que se necesita valoración o seguimiento tenemos red de apoyo, generalmente canalizamos en caso de adicciones a CENTRA. En cuanto a salud mental, si requiere apoyo psiquiátrico ya se referencia a otras instituciones”, mencionó Leyva.
Por otro lado, José Rivera Martínez, representante de la Fundación Rivera, mencionó que ante esta problemática hay temas que se están abandonando. “Hay situaciones ajenas a los padres de familia que lo involucran, como el uso excesivo de las redes sociales y lo qué están viendo nuestros jóvenes a través de esta como programas sin contenido y vacíos de estímulos, de cariño o afecto, o se están acercando a personas que no les suman a su vida. Podemos hablar del tema de jóvenes, pero no es exclusivo”.
La doctora Leyva coincide con el licenciado Rivera en que es necesario los padres y madres escuchen a sus hijos y que no solo escuchen lo que les cuentan, también que presten atención en cómo se comportan, con quienes se relacionan.
Dentro de sus experiencias Leyva comentó que antes de ingresar a las escuelas a brindar pláticas sobre adicciones y salud mental solicitan hablar primero con los padres y madres, y de una población de 40 alumnos, son únicamente 10 los padres que acuden. “Es necesario que se comprometan a cuidar a su hijos, estar atentos a las actividades que realizan”.
Rivera dijo que la edad de las personas que atentan contra su vida varía, considerando que hay situaciones económicas, emocionales y de salud que pueden encasillar a alguien a tomar la decisión de atentar contra su vida.